(Por Miguel Alejandro Martínez Lira)
Tengo las palabras
heridas
de su democracia,
de los aplausos,
de los brindis
que celebran tanta muerte,
tanto crimen
ya antiguo,
recientes crímenes
como Atenco.
Mis palabras
están heridas
de su democracia,
la de los crímenes cotidianos
de la explotación,
el hambre
y la miseria.
Mi palabra entonces
es dolor,
cada letra
es golpe,
sangre
campesina,
de estudiantes
y obreros,
compañeras,
hermanas,
madres,
niñas,
niños,
dolor tan mío,
golpe que sufro
porque la sangre
también es mía.
Democracia que roba.
Democracia que humilla.
Democracia que hiere.
Democracia que viola.
Democracia asesina.
Sunday, February 04, 2007
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